El Padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, ha inaugurado su Belén solidario del 2016. Es ya una tradición para su organización despedir el año exponiendo este símbolo, que Mensajeros utiliza como plataforma de denuncia social. Por segundo año, el Belén se ha presentado donde va a permanecer exhibido hasta el día 7 de enero: la propia iglesia de San Antón (Calle Hortaleza, 63), el templo del P. Ángel.
El sacerdote fundador de Mensajeros ha explicado a los asistentes a la inauguración (entre los que se encontraban los alumnos de bachillerato de un colegio de las afueras de Madrid) que “el Belén representa lo que ha sido nuestra lucha desde la iglesia de San Antón este año que termina: la dignidad de las personas en situación de calle”. Pero, además, ha aclarado que la obra no se trata solamente de una denuncia, sino de un anuncio. “Lo que en el fondo quiero es anunciar el nacimiento de Jesús; de quien nació pobre para denunciar”, ha declarado.
El Padre Ángel ha felicitado a Ikella Alonso, el autor de la obra, que le ha acompañado en el encuentro, dentro de la iglesia de S. Antón. “Ikella es un artista que siempre sabe poner materia a las denuncias que necesitamos hacer para mejorar nuestra sociedad”, ha dicho el P. Ángel. “Como el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, Ikella nos presenta un Cristo sin techo. Un Niño Jesús que ha nacido en un cajero. Y un San José y una Virgen María sin recursos para arropar a su hijo”.
Por su parte, el artista Ikella ha explicado las claves de la obra: mientras los padres y el niño aguardan dentro del cajero, un personaje forrado de billetes saca dinero en el cajero exterior, indiferente a su presencia y a sus necesidades. Pero, en el medio de las dos escenas, los Reyes Magos son un trabajador del Samur, que les lleva una manta; un voluntario de Mensajeros de la Paz, que va a entregarles una cesta con alimentos, y una enfermera del Summa, con un botiquín en las manos.
“Queda remarcada la brecha que existe entre el personaje que saca dinero y las tres figuras que, dentro, descansan casi invisibles, en tonos blancos y negros. Pero también hemos destacado los elementos de esperanza que rodean a la familia sintecho: el calor lo trae el Samur, hay carteles por las paredes que anuncian los servicios de ayuda que ofrece Mensajeros de la Paz… y el perro permanece fiel a su lado”, ha explicado Ikella.
Abierta las 24 horas, la iglesia de San Antón posibilita que se visite esta obra que reivindica la dignidad de los seres humanos cualquier día y en cualquier momento, durante estas navidades.